Sarmiento, el Gran Sarmiento...Polémico...Media historia lo quiere, lo adora...Media historia lo execra, lo odia.
Controversial hasta la exasperación *, Sarmiento tuvo clara idea, él junto a algunos de su generación, del país que quería. Sus esfuerzos, FUNDACIONALES de una República disparada hacia la modernidad, que todavía espera en nuestro país. Lo vio en otros países, ya que era un viajero incansable; lo deseó para nuestro país y forjó instituciones que todavía hoy no han sido reemplazadas.
No agregaré nada de su biografía, disponible para quién quiera, a excepción de su último cargo, luego de haber sido Presidente de la República, cargo que considerara el mayor honor de su vida: Superintendente de Escuelas de la Nación...él, que ante el 90% de analfabetismo en el primer censo argentino -que él mismo ordenara-convocó a 12 maestras norteamericanas (había sido Embajador en Estados Unidos) para que fundaran el Normalismo Argentino.
Crecí en una familia que hizo honor de los valores de Sarmiento, y en la figura de mi madre, retirada ya hace unos años: maestra rural en sus inicios, teniendo una pequeña casa de dos habitaciones prestada por un vecino, en la provincia de Buenos Aires, donde todos los días se recreaba el drama de la educación, la lucha contra la ignorancia, la lucha de la libertad a través del saber, de ese solo esfuerzo único y personal encarnado en ella, pero para los alumnos, todo el saber reunido allí. Ella era todo, directora y maestra.
Mi homenaje a todos los maestros que hicieron Patria, a los que fundaron una escuela con cinco tranvías y un mástil en el medio...A esos maestros ignotos, como aquél de los salitrales en Jujuy y que homenajeara, entre tantas cosas, Miguel Pereyra en su película La Deuda Interna.
Muy grande, en números y valores, es la Deuda Interna Argentina. El asistencialismo clientelar del gobierno, hoy, no honra ni honrará esa Deuda que todavía espera...como la sombra de Sarmiento y su acecho continuo y su ejemplo nunca superado.
a María Celia García, mi madre, y a todos los maestros que ayudó a formar y que la quieren.
* Esta sola anécdota lo pinta de cuerpo entero: siendo presidente de la República visitó la provincia de Corrientes, que le era adversa e insistía en maltratarlo...cuando subió al tren se sacó los zapatos y quedándose en medias y mirando a los que lo despedían dijo: "De Corrientes, ni el polvo".
Maravillosa y emocionante estampa, Liliana, la que pusiste de la figura de Sarmiento, de tantos maestros anónimos, de tu madre, de su tan crucial labor, formar espíritus grandes y libres. Mi enhorabuena por tan bello texto.
ResponderEliminarsaludos