Pero también, esa muerte lenta del Espíritu venía acompañada por los escritores e ideólogos mercachifles de ideas baratas, herrumbradas de pasado obsoleto y terminado, de políticos catalogados como mierda dura y vieja, o nueva y blanda...para protegerse, dentro de su frágil seguridad, su propio mote de mierda chica lo ponía a resguardo, blandiendo su palabra áspera para sacudir ciertas conciencias, que en absoluto pretendía.
Si Bukowski hubiera vivido en esta gran metrópoli de Buenos Aires, en estos tiempo que corren de Ciudad Sitiada y atenazada de intereses políticos desmadrados, a expensas de la pobre gente que trata de sobrevivir a la muerte lenta de los ciudadanos, creo que hubiera dado sus mejores obras, su mejor crítica feroz, para mí sintetizada en esta frase:
Hemos malgastado la historia como una pandilla de borrachos jugando a los dados en los retretes del bar del barrio. (1)En Ciudad Gótica, perdón...en Buenos Aires, seas mierda grande o chica, estas jodido igual. Hurgues en la basura para comer, compres en el Mercado del Progreso tu tentempié o te sientes todos los días en restoranes y te sirvan...estarás jodido de cualquier manera. Imposible contener los atropellos estratificados de cualquier condición social, seas un homeless o un ricachón en auto importado con vidrios polarizados. Nadie está a salvo de esta pandilla de borrachos que somos dejando que otra pandilla, que votamos, se dispute, con escarnio, los trozos maltrechos y los sueños devenidos en pesadillas, de todos los habitantes de este distrito.
Ciudad Gótica me ha contagiado de su atmósfera enrarecida y asfixiante, muy lejos de mi soledad montañesa donde otra prosa me convoca.
He comprobado que saca lo peor mío porque me muestra lo peor de ella...aún siendo hija legítima de esta ciudad, no siendo una descastada de otros lares. Por esto vengo orgullosa y me voy como rata por tirante a mi soledad patagónica. Aunque el verdadero ejercicio de Bukowski hubiera sido quedarse en la mierda y buscar el Espíritu, como él lo llamaba, en donde estuviere, aún excavando en el cordón sanitario donde va la mugre de nuestra basura. Ser santo en Babilonia...no en el desierto...solo para machos, no para mantequitas.
Buenos Aires tenía un subte
El subterráneo fue implementado por primera vez en la ciudad de Londres, en el 1863. Le siguieron Atenas en 1869, Estambul en 1875, Viena en 1893 y Budapest en 1896. Buenos Aires fue la primera ciudad de toda Latinoamérica en tenerlos en 1914. Se le dio a la compañía AngloArgentina la construcción y explotación de las primeras tres líneas por ochenta años. En 1936 el Estado Argentino le quita la conceción lo que le vale un juicio por siete millones de libras esterlinas que terminaron de pagarse en 1981.www.sancristobalweb.com.ar/hist_subtea.htm
Los argentinos, por esta historia y muchas que vendrán, no hemos sido muy afectos al principio internacional de la Pacta sunt Servanda, los tratados son firmados para ser cumplidos, lo cual nos ha costado dinero de los contribuyentes y, en este caso, a lo largo de cuarenta y cinco años.
No voy a relatar lo que todos saben acerca del conflicto del subte, con siete días de paro salvaje para una ciudad que moviliza un millón de personas por día en dicho medio. No lo voy a relatar ni aún para aquellos que toman partido por una u otra parte en pugna del conflicto. Me ha intoxicado escuchar los argumentos filosóficos del Tachin Tachin de los troskos-metrodelegados del ala camporista, sin personería gremial pero vendidos a Cristina, que tuve que correr varias veces al water imaginario de mis deposiciones pestilentes de ideología barata y falaz.
La Ciudad de Buenos Aires es un campo de batalla al que Cristina no renuncia destruir, drenar su sangre vital, asfixiar...La solicitada de los empleados del Banco Ciudad fue lamentable en su tibieza, en su incontrastable impronta de muchos KKs votantes, nostálgicos de un modelo que se esfuma y, en suma, ciudadanos que tratan con elegancia los embates de los dementes y arribistas.
Tanta condescendencia con un gobierno Nacional que pisotea las libertades y que ha hecho de la traición, mentira sistemática, su sello distintivo es, por lo menos, escandaloso.
El Diputado Heller, comunista nostálgico y banquero, parece no tener miedo de salir a la calle como representante del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, luego de haber traicionado a quienes representa. Tampoco parece tener miedo que el Banco Credicoop quiebre por actos de represalia de sus clientes, cerrando sus cuentas, como expresión ciudadana de desagrado y no convalidación de actos antirepublicanos.
Aquí y en toda la Argentina el poder no tiene miedo a nada porque la gente mansa y sufrida, ya dejó de quejarse, hace largas colas para regresar a sus hogares luego de su jornada de trabajo. Los cacerolazos ya no existen...ni los reales ni los virtuales. Toda una sensación de cansancio y, pareciera, de desesperanza.
El poder tapa el pantanal de Ciccone y del vicepresidente...la gente lo sabe y deja pasar. La solicitada de los empleados del Banco Ciudad es una muestra de corderos mansos al matadero.
Malgastando la historia
Si el sentido común prevaleciera, si el bien común fuera un verdadero estandarte, no habríamos engendrado astutos y despiadados políticos, feroces de poder y soberbia, aunque huecos y vacíos...como los tentadores y efímeros huevos de chocolate.
He recorrido un poco la Ciudad en un verdadero infierno de colas para los colectivos, los trenes y los autos, atiborrando las calles ya congestionadas.
Los representantes del pueblo traicionando a sus representados, mintiendo, manipulando...
Mientras tanto la gente vuelve a su casa, rumiando la bronca como caldera a presión. Mas luego, seguirá haciendo las compras del supermercado, las colas para pagos, se cortará las uñas, las jodidas y malditas instrucciones para prepara cualquier cosa comestible y semi rápida, planchará, lavará medias endurecidas de mugre, regará el potus, se perfumará para oler a decencia con aroma a jabón o colonia barata o cara, pagará impuestos, seguirá haciendo trámites, se sacará los pelos de las orejas, de la nariz, de las piernas, de las partes pudendas, cortará el pasto, y se sacará hasta la jodida cera de los oídos y los mocos de la nariz...Y los políticos seguirán con lo suyo, el gobierno con su corrupción salvándole el trasero al vicepresidente y tratando de bollar hasta el año que viene.
Así, en esta inercia brutal hacia una tormenta que se avecina seguimos malgastado la historia como una pandilla de borrachos jugando a los dados en los retretes del bar del barrio.
(1)Memorias de un viejo indecente.Ed.Anagrama.Barcelona.1994
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