Y recordé a Leopoldo Marechal, en aquella pieza poética fabulosa, que narraba su retiro, preventivo, ante una maldad innombrable.
También recordé a Dostoievsky, en sus Memorias del Subsuelo, por todo lo bajo y subterráneo de las incriminaciones, justo un día como hoy, en tu recordatorio...
Como si fuera esta fecha una bisagra de la familia...o mejor dicho, a la familia, bien a lo mafiosi, a lo Campanelli, propio de familias kármicas... vos me entendés.
Para mis lectores, mis amigos, los que me leen...este poema de Charles Bukovski, conjurador de días malos, controvertidos, con sesgos de ingratitud y maldad...superadores, como los buenos amigos, incondicionales, nos ofrecen su mano:
LLEGARON A TIEMPOme gusta pensar en escritores como
James JoyceHemingway, Ambrose Bierce,Faulkner, SherwoodAnderson, Jeffers, D. H. Lawrence,A. Huxley,John Fante, Gorki, Turgenev,Dostoievsky, Saroyan,Villon, incluso Sinclair Lewis, yHamsun, incluso T. S.Elliot y Auden, William CarlosWilliams yStephen Spender y el valiente deEzra Pound.me enseñaron tantas cosas que mispadresnunca me enseñaron, ytambién me gusta pensar en CarsonMcCullerscon su Café Triste y Ojo dorado.ella me enseñó muchas cosas quemis padresnunca supieron.me gustaba leer los libros de tapadura de las bibliotecasen su simple encuadernación debibliotecaazul y verde y marrón y rojo clarome gustaban los viejosbibliotecarios (varones y mujeres)que te miraban seriamentesi tosías o te reías muy fuerte,y aún cuando se parecían a mispadresen realidad no había ningunasimilitud.ahora ya no leo a estos autoresque alguna vez leícon tanto placer,pero es bueno pensar en ellos,y también megusta mirar las fotografías deHart Crane yCaresse Crosby en Chantilly, 1929o las fotos de D. H. Lawrence yFriedaasoleándose en Le Moulin, 1928.Me gusta ver a André Malraux en sutraje de aviadorcon un gatito en el pecho yme gustan las fotos de Artaud enel loqueroPicasso en la playa con susfuertes piernasy su cabeza pelada, y también estáD. H. Lawrence ordeñando esa vacay Aldous en Saltwood Castle, Kent,Agosto de1963.Me gusta pensar en toda esta genteque me enseñaron tantas cosas queyonunca había imaginado antes.y me enseñaron bien,muy biencuando eso era tan necesariome mostraron tantas cosasque nunca creí que fueranposibles.todos esos amigosbien adentro de mi sangrequienescuando no había ningunaoportunidadme dieron una
Cuando siento la necesidad de un consejo, de una palabra...en momentos bisagras del tiempo, del propio, del interior, del personal...acudo a mis amigos bien dentro de mi sangre...los que me dieron una oportunidad cuando no había ninguna.
Todos los amigos que he cosechado en mis extensas lecturas, durante no menos de medio siglo, son los que me dan las respuestas. Hay que saber buscarlas...
Aunque me digas, Papá, que escribo sofismas...vos, como nadie, ha entendido este mensaje. Privilegios de la contemplación de la Eternidad. Un beso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario