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miércoles, 27 de junio de 2012

La Fabrica Puntana de Chorizos o Cristina Argenta.


Argumentaba Maquiavelo, en su estudio del Estado Moderno y de las condiciones de un gobernante, que la razón suprema no es sino la razón de Estado. El Estado ( que identifica con el príncipe o gobernante), constituye un fin último, un fin en sí, no solo independiente sino también opuesto al orden moral y a los valores éticos, y situado de hecho, por encima de ellos, como instancia absoluta. El bien supremo no es ya la virtud, la felicidad, la perfección de la propia naturaleza, el placer o cualquiera de las metas que los moralistas propusieron al hombre, sino la fuerza y el poder del Estado y de su personificación el príncipe o gobernante. El bien del Estado no se subordina al bien del individuo o de la persona humana en ningún caso, y su fin se sitúa absolutamente por encima de todos los fines particulares por más sublimes que se consideren. La lucha denodada y constante por la conservación del Poder, su perpetuación en el tiempo, en todas sus instancias posibles, determina el accionar de los gobernantes y de sus burocracias ideadas y constituídas, del Príncipe y su Corte.

Argenta, lo peor de la Argentinidad


En el caso argentino, estas premisas maquiavélicas, se han agudizado por la cláusula de la reelección presidencial, consagrada en el reforma constitucional del 1994, a instancias de lograr, como reparación equilibrante, una Jefatura de Ministros que, en los a;os de su implementación, demostró un mayor presidencialismo y concentración de poder en el Ejecutivo. Además de la Reelección Presidencial, aún acortando el período de gobierno de seis a cuatro años, la llegada de un matrimonio dedicado a la política y sus intensiones, consumadas por cierto, de alternancia a lo largo de todos los años que fueran posibles. Sólo la fragilidad de la condición humana, su finitud, hizo que esto se viera frustrado con la muerte de NK. Aprovechando los efectos de la lástima por la viudez, su esposa en encarama, nuevamente, en la sucesión. Un año duró este proceso del vestido negro y las lágrimas...y redituó. Pero hoy, en que una interna de este Bloque Histórico K, donde se juega una medición de fuerzas por el Impuesto a las Ganancias que el gobierno cobra a millones de trabajadores y jubilados, es la primera vez que con una movilización se desafía ese poder absoluto que, en todas las instancias del Estado, los Kirchner trabajaron duro para obtenerla.
El bien del Estado, su razón suprema hoy es, casi, una Cristina Eterna por Derecho Divino de los Reyes.

Como siempre, en estas circuntancias, releo el clásico de Maurice Joly, las conversaciones entre Maquiavelo y Montesquieu en el Infierno. Porque este libro trata del acicateo teórico que el propio Montesquieu le hace a Maquiavelo sobre como debe sobreponerse al desgaste, contínuo, del ejercicio del poder que cercena las libertades individuales. La escalada de Maquiavelo, en el texto de Joly, es como el de Cristina Fernandez.


Habéis podido ver en mis instituciones y en mis actos cuánto empeño he puesto siempre en crear apariencias; son tan necesarias en las palabras como en los actos. El súmmum de la astucia consiste en aparecer como franco, cuando en realidad uno practica la engañosa lealtad de los cartagineses. No sólo mis designios serán impenetrables, sino que mis palabras casi siempre significarán lo contrario de lo que parecerán indicar. Sólo los iniciados podrán penetrar el sentido de las palabras características que en determinados momentos dejaré caer desde lo alto del trono; cuando diga: “Mi reinado es la paz”, habrá guerra; cuando diga  a medios morales, es porque me propongo utilizar la fuerza.

Si supierais lo fácil que es gobernar cuando se tiene el poder absoluto. Ninguna contradicción, ninguna resistencia; uno puede realizar con tranquilidad sus designios, tiene tiempo de reparar sus faltas. Puede sin oposición forjar la felicidad de su pueblo, pues es lo que siempre me preocupa. Puedo aseguraos que nadie se aburrirá en mi reino; en él los espíritus estarán siempre ocupados en mil cosas diversas. Brindaré al pueblo el espectáculo de la pompa y los séquitos de mi corte, se prepararán grandes ceremonias, trazaré jardines, ofreceré hospitalidad a reyes, haré venir embajadas de los países más remotos. Ora serán rumores de guerra, ora complicaciones diplomáticas las que darán que hablar durante meses enteros; y llegaré a más: daré satisfacción a la monomanía de la libertad. Bajo mi reinado, todas las guerras se emprenderán en nombre de la libertad de los pueblos y de la independencia de las naciones, y mientras a mi paso los pueblos me aclamarán, diré secretamente al oído de los reyes absolutos: Nada temáis, soy de los vuestros, como vos llevo una corona y deseo conservarla: estrecho entre mis brazos a la libertad europea, pero para asfixiarla.

Una sola cosa podría tal vez, por un momento, poner en peligro mi fortuna: eso ocurriría el día en que se reconociera en todas partes que mi política no es franca, que todos mis actos están dictados por el cálculo.
 Montesquieu- ¿Y quienes podrán ser tan ciegos que no lo verán?
 Maquiavelo.- Mi pueblo entero, salvo algunas camarillas que no me inquietarán. Por otra parte, he formado a mi alrededor una escuela de hombres políticos de una gran fuerza relativa. No podríais creer hasta qué punto es contagioso el maquiavelismo, y cuán fáciles de seguir son sus preceptos. En las diversas ramas del gobierno habrá hombres de ninguna o muy escasa consecuencia, que serán verdaderos Maquiavelos de poca monta, que obrarán con astucia, simularán, mentirán con una imperturbable sangre fría; la verdad no podrá abrirse paso en parte alguna.

El Gran Montesquieu le responde casi como una plegaria que hago mía. 

“Cuando la honestidad pública es desterrada del seno de las cortes, cuando en ellas la corrupción se exhibe sin pudor, jamás penetra, no obstante, sino en los corazones de aquellos que se acercan a un mal príncipe; en el seno del pueblo el amor por la virtud continúa vivo, y el poder de este principio es tan inmenso que basta con que el mal príncipe desaparezca para que, por fuerza misma de las cosas, la honestidad renazca en la práctica del gobierno al mismo tiempo que la libertad”.

Chanchito tierno y rosado de Cristina 


El propio Maquiavelo decía que cuando el soberano desconfía de sus impresiones, o cuando no cuenta con recursos de lenguaje suficientes para disfrazar su verdadero pensamiento, debe permanecer mudo, o hablar tan solo para impulsar la discusión.No puede, no puede...válgame Dios, inaugurar una fábrica de Chorizos como acto de contrapartida política a una Plaza rebosante de propios y ajenos. No puede comparar la vida política argentina  como una paridera de chanchos, no puede hacerlo sin parecer lo que es, cursi, deslenguada, bipolar..destruyendo la institución presidencial junto a su Vice. Y esto, no es Relato...es la realidad que le pega un gancho de derecha a izquierda a la viudita del vestidito negro ratón. 

En la inauguración de la Fábrica de Chorizos, en la pcia de San Luis, apenas una hora antes del acto de Moyano,sintió una gran pena devastadora por los lechoncitos, rosados y tiernos, que iban al matadero, pero de cuya culpa se olvida rapidamente -Cristina Dixit-  por el ciclo alimentario y de la vida. Pero en la vida política no siente la misma pena por los jubilados que murieron, en los vericuetos judiciales, por una reparación de sus jubilaciones o prestarles su propio dinero, el de Anses, pero al 23% con la Argenta. No, a los jubilados y pensionados y a los trabajadores aportantes se los come sin ninguna pena, quizás un poco menos que a los lechoncitos que van al matadero, casi como nosotros.

Sería tan fácil reconocer públicamente lo que todos saben...pero no, insiste en mentirnos y hacernos responsables por la debacle de su gobierno, corroído por la corrupción.
Lo que sigue, es mi dedicatoria.


Fuck You




domingo, 17 de junio de 2012

En tu cumpleaños, querido Papa...y en el Día del Padre.

César Rodríguez González

Hace cinco años, yo te tomaba esta foto en Buenos Aires.Cumplías 80. Ese día hacíamos la previa de tu cumpleaños, para brindar a las 0 hs, en ese mismo lugar. Te fuiste cuatro años y medio después, silencioso y austero, bendecido por Dios, dormido.

Escribo estas lineas balbuceantes y evoco ese mismo tiempo, en este mismo día, cuando te reíste por algún chiste de los muchos que yo te hacía. Porque yo montaba esas parodias para que te rieras...porque así quería verte siempre...por esa razón es que pongo esta foto tuya que me recuerda tu mejor rostro.
A su vez, tengo que confesártelo, tu sonrisa me recuerda que no te fuiste de viaje, como lo hacías...pero que tampoco estas en ese ataúd junto a la abuela.

La luz de la escalera, en casa, desde donde te escribo, sube y baja su intensidad y no puedo dejar de mirarla y mirarte en esta foto que he elegido.
Tu presencia etérea, explicable solo para mi, por momentos me reconforta y en otros sufro tu ausencia, porque quisiera volver a hablar con vos, verte, discutir y hasta pelearme...todo por una idea.
En ese nacimiento mio, apurado y en la cama, fuiste la primera persona que me vio...Te extraño Papa...te extraño.

Mañana cumplirias 85 años. Hago publico este recordatorio en el blog, el mismo que leíste apurado como si el tiempo no te fuera a alcanzar...Lo hago publico para que tu memoria aparezca en este ámbito infinito y formes parte de el.

Te extraño Papá...pero lo que si te digo es que demasiada energía la tuya...la bombilla de la escalera, viste de esas que duran y cuestan mucho?, bueno...terminaste quemándola Papi...Vuelvo a mirar tu foto riéndote...de este chiste que te he hecho y vuelvo a sentirte a mi lado, como siempre fuiste, como siempre fuimos, y como siempre seremos.