Translate

miércoles, 9 de abril de 2014

La hija de la Lágrima

El psiquiátra me dijo que tengo que contar hasta diez... hay veces que necesito un poco mas... para no ponerme a llorar.

Lloro por todo, por cualquier pequeña desgracia, por cualquier tontería que evoque en mí algo más de lo que sucede o su ponderación en lo que desconocemos, como imbéciles que somos e ignorantes de lo que no nos ha sucedido.

Lloro por mí, lloro mirándome las manos....

Volví a soñar con todo este tema...sueño con mares tenebrosos de lágrimas, sueño que baño con esas aguas a mis antiguos enemigos...sueño con hospitales rodeados de aguas benéficas en las que me sumerjo con alegría, sabiendo que son mis lágrimas.

De muy chica hasta bastante grande he llorado poco... Siempre me he reído mucho y algunos decían que tenía un motorcito de risa constante... pobrecita y olvidada la que lo decía...mi madre, cuando era ella y recordaba su vida, evocaba lo que consideró una hijoputez...haberla abandonado a su madrina, aún sin saberlo...quizás por ello dejó de evocar, dejó de acordarse, se castigó siendo lo que es...retazos viejos...que se encienden de luz y recuerdan...el amor. Será que es lo último que nos queda...el ego, esfumado, forros.

Disculpen, pero tengo que contar, esta vez, hasta cien...






No hay comentarios:

Publicar un comentario